Uno poco de historia de la masía y su entorno
En el valle de Gausac, un paraje lleno de historia donde la huella humana del pasado está muy presente, encontramos la masía de Can Borrell, justo cuando el valle se abre hacia la plana del Vallès. Tiempo atrás, el valle tuvo propietarios, Bertran d’Esplugues y su mujer Berenguera de Cercedol, que la vendieron el año 1272 a Bernat de Palou. La época medieval tuvo una gran relevancia en Catalunya. La sociedad catalana se convirtió en uno de los modelos más completos de jerarquía feudal. Eso hace que esta etapa sea probablemente, una de las más explicativas para entender el presente de la zona dónde se encuentra Can Borrell. Una zona rica en patrimonio arquitectónico, arqueológico, histórico y paisajístico. Toda esta riqueza patrimonial, nos permitirá entender mejor el presente rememorando el pasado, un pasado no tan lejano.
¿Qué pasó en la Vall de Gausac?
Por esta zona, y no muy lejos de aquí, existió en su tiempo una villa nombrada Cercedol. Durante la primera mitad del siglo XI, la unión de esta villa, junto con el alodio que rodeaba el monasterio de Sant Cugat, y el valle de Gausac, entre otras popiedades, formaron lo que ahora conocemos como término de Sant Cugat, conocido antiguamente como castillo de Octavià(Castrum Octavianum). Esta última palabra es el que inicialmente dio nombre al municipio, pero fue quedando en desuso desde el siglo XIII y se acabará identificando más con el castillo feudal, quedando la palabra Sant Cugat como el referente del término vecino, tal como lo conocemos hoy día.
Parece ser que el valle de Gausac dependía de la parroquia de Sant Vicenç de Cercedol perteneciente a la mencionada villa de Cercedol, todo y que la escasez de documentos no acaban de corroborar el hecho. Lo que sí parece más probable es la existencia de una parroquia nombrada Sta. Maria de Gausac, la cual sale documentada por primera vez el año 1201 y posteriormente también en el 1272,
Nota: Definiciones extraidas del Diccionari de la llengua catalana del Institut d’Estudis Catalans. Edición 1995